Psicólogo Infantil en Mallorca
¿En qué consiste la terapia infantojuvenil?
Las dificultades y los problemas se pueden presentar en cualquier momento de la vida y eso incluye a niños y adolescentes. En ocasiones, es necesario realizar terapia y apoyo psicológico para ayudar a los menores de edad.
Si tenemos en cuenta que las personas menores suelen estar a cargo y conviviendo con sus padres, progenitores o tutores legales; la terapia infantojuvenil requerirá casi siempre de la participación de forma activa de las personas del núcleo de convivencia.
En el caso de los menores de 12 años, aunque hay excepciones, se trabajará solamente con los padres o convivientes adultos de tal forma que los convertiremos en terapeutas en casa para que a través de ellos se puedan conseguir los cambios deseados.
Cuando tengan 12 o más años existen más posibilidades de que también acuda a terapia el adolescente para poder darle las herramientas necesarias que le permitirán adaptarse a los cambios que los propios convivientes irán realizando en las dinámicas familiares.
Siempre que sea necesario y posible, también se contará con la colaboración y coordinación de otras personas implicadas en el entorno del menor como otros familiares, profesores del centro educativo y otros profesionales de la salud involucrados en el tratamiento del problema.
Psicólogo Infantil Palma de Mallorca.
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¿Cuándo es necesario acudir a un psicólogo infantil?
Hay que tener en cuenta dos grandes ventajas que supone acudir a un psicólogo infantil. Por un lado, existirá la posibilidad de detectar o prevenir la aparición de formas tempranas de patologías o resolver problemas de conducta antes de que se vuelvan más rígidos. Por otro lado, a edades tempranas existe una mayor flexibilidad y adaptación a los cambios debido a un desarrollo personal no consolidado aun y es un buen momento para hacer cambios que de otra forma más adelante pueden complicarse.
Entonces, será necesario acudir a un psicólogo infantil:
– Si existe la sospecha de alguna patología.
– Hay alguna dificultad de aprendizaje en el menor.
– Existen problemas de conducta (desobediencia, agresiones, etc.)
– El menor pide ayuda o manifiesta un malestar intenso por una razón conocida o desconocida.
¿Qué problemas son atendidos habitualmente por un psicólogo infantil?
Los motivos que pueden llevar a pedir ayuda profesional a un psicólogo infantil son muy diversos. Aquí dejo algunos ejemplos de los motivos más habituales atendidos en consulta:
– Dificultades en el aprendizaje (problemas de atención, capacidad intelectual baja para su edad…)
– Problemas de conducta como agresividad, rabietas y desobediencia.
– Fobias evolutivas no superadas (miedo a la oscuridad, a animales, fobia social, miedo a quedarse solo…)
– Estado de ánimo deprimido o autolesiones.
– Adicción a las nuevas tecnologías y redes sociales.
– Apoyo para padres y niños/adolescentes que sufren discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género.
– Trastornos del sueño o la alimentación.
– Eneuresis y encopresis (dificultades para controlar cuando orinar o defecar).
¿Cómo son las sesiones de psicología infantojuvenil?
Aunque se trabaja por objetivos, normalmente se reserva el mismo espacio de tiempo que para una sesión individual (50 minutos). A lo largo de la sesión, será el psicólogo quien os indicara en qué orden y con quién ir entrando. Es muy probable que el primer contacto se realice con los padres o tutores sin la presencia del menor y posteriormente se le invite a pasar a solas o acompañado si es necesario.
La dinámica de una sesión es similar a la individual con la diferencia de que habrá que estar dispuesto a ir cambiando diferentes turnos de presencia en la consulta o esperar en la sala de espera a petición del psicólogo.
Es necesario que todos los miembros implicados en la terapia deben venir por propia voluntad. Si existe algún miembro que no quiere acudir a la sesión es importante que no lo haga y tener en cuenta que igualmente se podrá llevar a cabo la continuación de las sesiones sin esa persona incluso cuando es el menor el que no quiere acudir.
¿Cómo funciona la protección de datos y confidencialidad en menores?
Todas las personas menores de edad que quieran acudir a las sesiones solo pueden hacerlo si tienen el consentimiento de aquellas personas que tienen la patria potestad (normalmente los progenitores). Es necesario que ambos progenitores estén de acuerdo y firmen el consentimiento que autoriza al psicólogo a poder trabajar con el menor.
En caso de que existan discrepancias y una de las personas que tiene la patria potestad no lo autorice, entonces no será posible trabajar con el menor pero seguirá siendo posible trabajar a través del adulto interesado en ayudar al menor. Este caso es muy habitual cuando existen padres separados o divorciados.
Todo lo que se trabaja en consulta es estrictamente confidencial y jamás se revelará a ninguno de los miembros implicados en la terapia nada de lo que los otros hayan dicho o trabajado cuando han estado a solas con el psicólogo infantil, incluyendo al menor.
Es comprensible que los padres quieran saber cómo evoluciona el menor durante las sesiones cuando está a solas con el psicólogo. Aun así, la información obtenida y el trabajo hecho con el menor sigue siendo confidencial también hacia los progenitores pero con algunas excepciones. Siempre se podrá informar a los padres en términos generales si existe mejoría o avance en las sesiones y también se informará de aquellos aspectos que puedan revestir de gravedad para la salud o integridad física del menor.
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